El rafting es una de las actividades pensadas para los amantes de las emociones fuertes que deseen además disfrutar de una experiencia única junto a sus amigos o familiares. Se trata de navegar por aguas bravas en una embarcación manejada por un grupo de personas con un remo.
En este contexto, Hamadryade Lodge es un espacio lleno de calma y serenidad que ofrece una experiencia única. Un lugar construido en plena selva amazónica, respetando el equilibrio entre la naturaleza, la comodidad y el bienestar de los huéspedes.
Una actividad turística llena de adrenalina
El rafting es un deporte, ligado al turismo de aventura, en el que un grupo de seis a ocho personas descienden por un río de aguas bravas, con mayor o menor fuerza, a bordo de una barca neumática con gran resistencia a los golpes.
Esta actividad ha ido ganando mayor popularidad por ser un deporte seguro y divertido, que no requiere conocimientos previos y se practica en un entorno acuático. Además, es una actividad grupal que puede disfrutarse con amigos, familiares o, incluso, utilizarse como una estrategia de teambuilding entre compañeros de trabajo.
Por otra parte, es una actividad que permite conocer los diversos ríos y rincones desde puntos de vista únicamente posibles desde esta perspectiva.
El rafting se suele realizar en entornos naturales únicos, en los que se producen determinadas condiciones para su práctica, con un caudal y desnivel suficientes en el río. Además, este deporte cuenta con seis niveles de dificultad, de manera que cualquier persona mayor de seis años puede vivir la experiencia.
Rafting en la selva amazónica
El Amazonas es una región conocida, entre otras cosas, por sus fuertes ríos, dignos de sesiones de rafting. Uno de esos destinos es el río Jatun Yacu, o Agua Grande, la parte alta del furioso Río Napo. Este río es característico por sus grandes volúmenes de agua, inmensas olas e inolvidables panoramas de la selva. Es la opción ideal para los principiantes en el rafting que deseen conocer este deporte en un entorno seguro, pero que promete las mismas emociones que evoca la actividad. Esta ruta de rafting es de nivel II, es decir, cuenta con hoyos de hasta 25 centímetros y pequeños remolinos sin peligro, ideal para personas que sepan nadar.
Otra opción para hacer rafting es atravesar los ríos Jondachi, Hollin y Misahuelli, a través de asombrosos cañones ubicados en lo profundo de la selva. Esta es una oportunidad única para descubrir algunas de las maravillas secretas de la selva amazónica, así como algunos de los ríos más majestuosos del planeta para practicar este deporte. Estos ríos son de clase IV, por tratarse de aguas muy turbulentas, impredecibles y con remolinos considerables.
En conclusión, muchas empresas y hoteles ofrecen sesiones de rafting para sus huéspedes, con comodidades aseguradas como transporte, comidas y un equipo especializado en el área para garantizar la seguridad de los visitantes y que puedan disfrutar de una experiencia al aire libre inolvidable.